Considero que cada persona es única y diferente, y que, por ello, es necesario ajustarse a sus ritmos, necesidades y fortalezas. No creo en las soluciones genéricas y mi trabajo se centra en personas, no en diagnósticos.

Para mí, es una necesidad el seguir aprendiendo, tanto personal como profesionalmente, y nunca he parado de formarme. Me fascina la relación mente-cuerpo y considero que nuestra historia temprana es clave para entender los modelos de funcionamiento interno que construimos y que explican cómo nos manejamos después. Por ello, decidí especializarme, entre otros, en trauma y en psicología perinatal.

En mi práctica clínica trabajo desde una perspectiva integradora e integrativa. Me baso en la incorporación de distintas técnicas, procedentes de diferentes escuelas (cognitivo-conductual, sistémica, humanista, etc.), buscando siempre los elementos que puedan beneficiar al paciente y considerando a la persona en su totalidad, englobando las dimensiones cuerpo-mente y emoción-cognición, abordando toda su historia vital, por encima del motivo de consulta actual y concediendo un papel primordial al vínculo terapéutico.

Soy una persona perseverante y comprometida con lo que hago. Me gusta pasar tiempo y disfrutar de las pequeñas cosas con las personas que quiero, aunque también disfruto del silencio y de estar sola. Practico yoga habitualmente y me encanta leer.